miércoles, 16 de diciembre de 2009

Conciencia

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“Damas y caballeros les habla el piloto, en pocos minutos aterrizaremos en nuestro destino final: El Desierto, donde podrán disfrutar de 60 grados a la sombra y una bonita, lenta y agónica deshidratación; esperamos que el vuelo haya sido de su agrado y les deseamos una feliz estancia en este infierno”

 

Y la azafata me despierta: “Aquí tiene su ración de conciencia, servida en plato frío, como usted la ordenó…”

 

En algún sitio de tu mente está grabado que morir de sed en el desierto no debe ser muy bueno pero…tomas ese avión…y ya no hay marcha atrás, y te precipitas al desierto…


¿Donde está el angelito bueno

cuando se le necesita?

 

¿Y cómo se sale de aquí?

¿Y cuál es la vía correcta?

No quiero volver al desierto…

No quiero andar y andar en círculos…

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